En 1860 nace en la ciudad de Ávila una pequeña confitería artesana que, con el tiempo, pasó a denominarse La Flor de Castilla.
Este pequeño negocio familiar comenzó a fabricar y comercializar las auténticas y originales Yemas de Santa Teresa. La receta de este emblemático dulce se ha transmitido de forma idéntica de padres a hijos desde hace más de 160 años y hoy en día sigue siendo el principal referente gastronómico de la ciudad de Ávila.
A finales de los años ochenta, Julián Gil Navarro, actual presidente de Santa Teresa y amigo de la familia fundadora, decidió implicarse personalmente en la gestión de nuestra centenaria compañía. A partir de ese momento la empresa tomó un nuevo rumbo, ampliando la gama de productos con la incorporación del Membrillo de alta calidad en su oferta.
Esta primera apuesta, el Membrillo Santa Teresa, es hoy en día uno de los pilares nacionales e internacionales de nuestro portfolio de productos y ha sido el germen de la creación de una amplia variedad de productos 100 % naturales, dirigidos a un consumidor que cuida su alimentación y su salud, convirtiéndonos así en una empresa innovadora que preserva la calidad y la tradición.
En 2012 iniciamos nuestra andadura en el mercado internacional, y actualmente comercializamos nuestros productos en más de 20 países con Alemania, Reino Unido, Francia, Bélgica, USA y Japón, como principales destinos.
2015 fue el año de la puesta en marcha de la red de Centros Gastronómicos Santa Teresa Shop, contando en la actualidad con seis locales entre Ávila y Madrid.
Nuestro hito más reciente, en 2018, ha sido la inauguración de nuestras nuevas y modernas instalaciones en Ávila, que cuentan con las últimas tecnologías de fabricación para optimizar procesos, lo que nos permite seguir elaborando productos tradicionales de la mejor calidad.